La histórica batalla de Milluni
por: Luis Oporto Ordóñez *, Carola Campos Lora y Edgar Ramírez Santiesteban
Natalio Mamani Calle, nació en Corocoro el 12 de diciembre de 1928,
hijo de arrieros, trajinó la región andina desde niño, cursó hasta
tercero de primaria, suficiente para dominar la palabra y cultivar la
escritura. El 9 de noviembre de 1952 contrajo matrimonio con Valentina
Apaza Coronel (10 de diciembre de 1928), [1] con quien formó su hogar y
procrearon doce.
La Milicia Minera de Milluni
Milluni, centro minero de 5000 habitantes, tenía una plaza, una radio
potente y un teatro, sede de la Empresa “Fabulosa Mines”, que producía
70 TMF al mes, con 530 trabajadores. Natalio Mamani ingresó como carrero
a la mina de Corocoro. A los 20 años de edad ingresó a Milluni como
“Cañerista” y pasó a la Maestranza, labores en las que “ganaba muy
poquito y por eso pidió el cargo de “Perforista” y entonces empezó a
ganar mejor”, recuerda su esposa. Natalio era deportista y destacó como
back, junto a su hermano. Equipos, como Bolívar con Agustín Ugarte,
visitaron el centro minero. Organizó un campeonato interprovincial en el
que Pacajes salió campeón. Fue elegido delegado seccional, empezando
una fulgurante trayectoria sindical y política. Admiraba a Mao Tse Tung y
a César Lora.
1952 fue el año de la consagración del distrito combativo de Milluni. En las jornadas de abril, la acción de los mineros fue determinante para volcar la correlación de fuerzas. Salieron por Chacaltaya hacia El Alto, tomaron la Base Aérea y armas, bajaron al bosquecillo de Pura Pura y se incorporaron a las milicias armadas que derrotaron al Ejército. El joven delegado seccional Natalio Mamani, destacó en esas acciones, ya como Secretario General asumió la conducción de la milicia, organizada en escuadras, secciones y compañías, uniformadas con impermeables amarillos, cascos y fusiles al hombro.
En mayo de 1965, acatando la Huelga General dictada por la Central Obrera Boliviana y la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Natalio Mamani, convocó a los milicianos, “fueron organizados los grupos, distribuidas las armas y dispuesto todo para enfrentar al Ejército.” [2] El célebre Miguel Alandia Pantoja pintó un mural, alegoría del triunfo de los mineros sobre el Ejército de la Rosca.
La histórica batalla del 24 de mayo de 1965
El golpe del 4 de noviembre de 1964, desembocó en una ofensiva contra
el movimiento obrero. El 1° de mayo los trabajadores hicieron una gran
demostración independiente de sus fuerzas. Barrientos ordenó la
detención y exilio de Juan Lechín al Paraguay y tomar por asalto los
centros mineros.
“Trataron de capturar Kami, lo que no fue posible por
la resistencia de los trabajadores cooperativistas, pero sí tomaron
Telamayu y otras minas de Consejo Central Sur, con derramamiento de
sangre proletaria”. [3]
El ataque militar a Milluni empezó a las 8:00. La milicia minera,
en unión con campesinos, parapetada en la altura estratégica del
“Huayna Potosí”, embosca una patrulla de 15 soldados. Valentina relata
que “ellos han pedido tregua, pero no había sido así, pues por
Huayllatani han subido, otros por Milluni han dado la vuelta; con
tanques han entrado”. A las 10:50, toman el campamento, “un grupo se
trasladó hasta la emisora “Huayna Potosí” y se dedicó a desmantelarla”
estableciendo su cuartel general en el auditorio de la radio, “en el
escenario, debajo de un mural pintado por Alandia Pantoja, muchos
soldados tendieron sus camas”.
Otro grupo se dedicó a recorrer el
campamento haciendo prisioneros y decomisando armas. Los mineros
responden con tiros de fusil y dinamita, durante la tarde y la noche.
“El fuego continuaba intenso, pero esta vez era la aviación la que
actuaba”. [4] Los cazas Mustang F-51 y AT 6, ubicaron las antenas de
Radio Milluni como objetivos. Se dijo que ante la amenaza de bombardeo
trasladaron a los 15 soldados y “los colocaron amarrados a los cables de
luz que circundan la zona a fin de que estos reciban los impactos de
los aviones Mustang”, [5] pero Valentina afirma que “los mineros habían
logrado interceptar la frecuencia militar y conocieron los planes de
bombardear las antenas para acallar la radio.
Fue entonces que cinco
buzos apresados en una de las asambleas, fueron llevados a las antenas
donde los maniataron, y por la radio hicieron conocer que tenían cinco
rehenes, entonces no bombardearon”. [6] La aviación optó por tirar
volantes al centro minero: “Trabajador boliviano: No permitas que tus
organizaciones sindicales sean destruidas por un pequeño grupículo de
agitadores extremistas… al servicio del comunismo”, “Estudiante
boliviano: Tus padres han confiado y puesto en tus manos los caros
anhelos que ellos se forjaron a través de años. No los defraudes, vuelve
a tus aulas”.[7] El 29 de mayo Barrientos y Ovando entran a Milluni con
fuerte escolta y aviones sobrevuelan el distrito.
“Un obrero, Arturo
Villanueva, echó la culpa del malestar social a Paz Estenssoro y acusó a
Natalio Mamani de no haber rendido cuentas de los fondos sindicales.
Vicente Sosa dijo que ‘los grandes pícaros han escapado’. Alejandro
Chuquimia, excombatiente del Chaco ‘lo calificó como amo y dueño de
Milluni’ y lo sindicó de haber recibido armas de Paz y le hizo cargo de
80 millones de bolivianos”, Javier Camacho lo sindicó de
“comunista” [8] Era un plan para desprestigiar a los dirigentes.
Natalio Mamani, en un informe imparcial y objetivo a la FSTMB, desmiente a los militares: “en Milluni, la lucha fue valiente y sangrienta, frente a más de 8.000 soldados y 12 aviones de guerra que nos emplazaron los gorilas, hemos peleado todos, hasta nuestras señoras e hijos, hubieron muchas bajas, tanto del Ejército como de parte nuestra. Se derribó dos aviones. Nuestra pelea duró casi 24 horas… Fue una caída valiente porque los revolucionarios debemos caer luchando en el campo de batalla, en defensa de nuestros compañeros y el Pueblo todo”. Aclara que “pese a todo, el apoyo de los c.c. es una potencia. Ellos por ahora no pueden decir nada, porque están amenazados de perder la pega”. [9]
Vida en la clandestinidad
Valentina Apaza sufrió las consecuencias de la ocupación militar. Las
fuerzas represivas la tomaron como rehén junto a sus siete hijos. “No
vas a salir mientras no digas dónde está tu marido”, vociferaban los
militares. Sabían que Natalio estaba en interior mina pero nunca lo
delatarían. “Todo han saqueado. Plata querían pescar: el tumbado, el
colchón, todo lo han deshecho”. [10] Las propias mujeres la recriminaron
pero Valentina no se rindió.
La Empresa ordenó su expulsión del
campamento y subieron sus escasas pertenencias en un camión que enrumbó a
El Alto pero luego se marchó a Corocoro, acogida por Alicia, hermana de
Natalio. Sobrevivieron elaborando salteñas y comida. Durante años,
mientras su esposo estuvo preso o en el exilio, ella sostuvo el hogar. Natalio, herido de bala en el pie se refugió durante cinco días en
interior mina con dos compañeros.
Se fue a los Yungas en busca de
contactos de la FSTMB. En La Chojlla, un paisano lo reconoció: “Natalio
te están buscando los militares”, le dijo y lo escondió en su casa,
hasta curar sus heridas. En La Paz se refugió en el local “Las Peñas”
del “Negro Larrea”. Aparecieron los tiras y advertido por su amigo, se
fue a Corocoro. Su hijita durmió con él y en la madrugada se marchó a la
comunidad de su madre que le contactó con un camionero que transportaba
cebada, llevando a Natalio y su hermano hasta la frontera. En el
desierto Natalio desfalleció, pero su hermano deportista de recia
constitución física lo cargó hasta llegar a Caquena y pidieron asilo.
Una patrulla fronteriza los trasladó a Arica, allí se reunieron con Federico Escobar, Zenón Barrientos Mamani y otros dirigentes. Mario Torres, desde La Paz, le ofreció viajar a China. Natalio Estaba muy bien informado de lo que sucedía en su distrito: “Los dirigentes no hacen ninguna labor, están manejados por el Coordinador. Pero nuestros cumpas como maduros que son en su lucha, se ríen. Cuando llaman a asambleas, asisten sus mujeres e hijos”. [11] Afirmó que “el viaje a Pekín, no es urgente por ahora. Lo que es importante para la lucha es nuestro contacto que debemos mantener con nuestros c.c.”.
La FSTMB realizó
asambleas en Siglo XX, Catavi, Huanuni, Santa Fe, Japo, Morococala, para
organizar el XIII Congreso Nacional Minero de Siete Suyos, en el que
Natalio participó clandestinamente, que lo ratificó como Secretario de
Conflictos. Trabajó en Songo, Chacarilla (mina de cobre) y Anaconda,
donde fue delatado y apresado.
La Corporación Minera de Bolivia reconoció el derecho de readmisión al trabajo a todas las personas detenidas, pero pese a las peticiones de la FSTMB, Natalio Mamani, Waldo Tarqui, René Chacón, Corsino Pereyra, Alberto López y Juan Arce, no fueron reincorporados por lo que se declararon en huelga de hambre [12] y a pesar que el Gobierno del Gral. A. Ovando ordenó por decreto la reincorporación y el pago de beneficios sociales de dirigentes despedidos entre el 1° de enero de 1965 hasta septiembre de 1969. [13]
En 1970 un Cabildo Abierto en Corocoro lo
eligió Sub-Prefecto, cargo que ocupó hasta la caída del Gral. Torres,
cuando “lo detuvieron y lo enviaron a La Paz, incomunicado”. [14] El 16
de junio de 1972 se ordenó su liberación pero estuvo preso hasta fines
de 1973, siendo nuevamente detenido por seis meses en 1974”. [15] Fue
confinado en Coati y conoció todas las “casas de seguridad”: la DOP,
Achocalla, Viacha (Chonchocoro). Fue “apresado por agentes de la DOP el
23 de agosto en la puerta del Cementerio General”. [16] La Comsur
presionó para mantener alejado a Natalio Mamani de Milluni.
El final del “Gran Natalio”
Recuerda con amargura: “Mi esposa y mis hijos han pasado hambre y
necesidad mientras que yo he soportado destierros y continuas
detenciones, hasta hace pocos días en la que la valerosa huelga de
hambre de amas de casa y niños mineros (diciembre, 1978), con el apoyo
generoso de nuestro pueblo, ha logrado que se amplíe la amnistía y
podamos, los que estábamos en el encierro, recuperar nuestra
libertad”. [17]
Juan Lechín lo calificó como el “Gran Natalio”, héroe de
las jornadas de abril de 1952 y de la resistencia de Milluni el 24 de
mayo de 1965. El XVII Congreso Nacional de la FSTMB “no vaciló en
tributarle de pie, un justo reconocimiento a su valor y sacrificio
puestos a todas prueba a lo largo de toda su vida de luchador
infatigable y por cuya causa ha sido relegado a la situación de
desocupado desde hacen varios años atrás”, a tiempo de reiterar su
pedido de reincorporación. A diferencia de muchos dirigentes, no amasó
fortuna, inclusive renunció a la renta de jubilación.
Era un visionario que cultivó el amor por los libros, formando dos bibliotecas. La primera tuvo trágico final, pues a raíz de la sañuda persecución del Gobierno del Gral. René Barrientos, ingresó a la clandestinidad y el dueño de casa, temeroso por una posible requisa, trasladó los libros a Tiahuanaco donde los sepultó, desintegrándose con el tiempo.
Su segunda biblioteca
sobrevive en la casa de su esposa, con títulos sugerentes como:
Historia del Movimiento Obrero boliviano, y La clase obrera en el
proceso político (G. Lora), China, ayer, hoy y siempre (A. Franco), Mito
y realidad de la industrialización en Bolivia (A. Canelas), El Poder
Indio (F. Reynaga), 100 años de lucha obrera (E. Delgado), Viva el
triunfo de la dictadura del proletariado (s.d), El imperialismo, fase
superior del capitalismo (V. Lenin). Pese a las gestiones de la Asamblea
Permanente de los Derechos Humanos y de la FSTMB, [18] Comsur nunca lo
reincorporó y optó por otorgarle una concesión en calidad de
Locatario,
hasta su muerte en La Paz el 26 de junio de 1991. Cumpliendo su último
deseo, sus restos fueron enterrados en su tierra natal Corocoro. Dejó a
sus hijos, como herencia, una profesión; y al país, un legado: su Diario
de los sucesos de mayo de 1965, historia íntima de la resistencia de
Milluni contra la dictadura.
* Historiador; Archivista; y exdirigente Sindical de la FSTMB y la COB.
1 Certificado de defunción y Certificado de matrimonio.
2 “Milluni es ahora un pueblo silencioso y triste que quiere volver a la calma”, en El Diario. 26.05.1965.
3 “Homenaje [de Natalio Mamani] a los trabajadores mineros caídos
en Milluni el 24 de mayo de 1965”. La Paz, 24 de mayo de 1985.
4 “Milluni es ahora…”.
5 “Medidas rígidas adoptaría la Junta si se repiten nuevos actos terroristas”, en Presencia, 29.05.1965.
6 Testimonios de Valentina Apaza, Rosario y Javier Mamani. 24.09.2017.
7 Archivo de la Familia Mamani-Apaza.
8 “Barrientos y Ovando aclamados ayer por mineros de Milluni”, en Presencia, 30.05.1965; “Los dos presidentes se comprometieron a dar libertad a mineros”, en El Diario, 30.05.1965.
9 Carta a Mario Torres Callejas, Arica, 5 de octubre de 1965.
10 Testimonio de Valentina Apaza.
11 Carta a Mario Torres Callejas… Fue su esposa, Valentina, la que
le visitó en Arica y le informó de la situación. Natalio se despide de
Mario Torres: “Gloria a Cesar Lora”.
12 Ex mineros piden reincorporación”, en Hoy, 25.11.1969; “Huelga de hambre de los exmineros”, en Hoy, y “El gobierno estudia decreto que dará solución a huelga de mineros”, en Presencia, 8.12.1969.
13 Carta de la FSTMB de 6 de enero de 1970.
14 Testimonio de Rosario Mamani Apaza, 24.09.2017.
15 Carta de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, de 13 de marzo de 1978.
16 “Solicitan libertad de 12 ex dirigentes mineros”, en Presencia, 2.09.1975.
17 Carta de Natalio Mamani a la FSTMB, del 31 de enero de 1978.
18 Carta de la Central Obrera Boliviana de 11 de agosto de 1978;
carta 14/79 (s.f.) de la FSTMB y carta de la APDH de 13 de marzo de 1978
y carta de la FSTMB de 12 de abril de 1978.
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